Paso 1: Diseñas una caja fuerte.
Paso 2: Lanzas al mercado la versión más cara y supuestamente más segura, que incluye un lector de huellas.
Paso 3: Le añades unos agujeritos a un lado para el altavoz que pita cuando pasas el dedo por el lector de huellas
Paso 4: Alguien se da cuenta que gracias a esos agujeritos situados al lado de la cerradura, puedes meter un clip y abrir la caja fuerte sin esfuerzo.
Paso 5: No nos gustaría estar en la piel del responsable…
Teniendo en cuenta que son cajas de seguridad que en Estados Unidos
se comercializan para guardar de manera segura las armas de fuego, la cosa tiene mucho delito…