El vídeo que más está dando que hablar: se meten en faena en el campanario de un monasterio y un dron los graba.
Si la primavera la sangre altera, el verano nos vuelve locos. Poca ropa, mucho que enseñar, el calor y las ganas de pasarlo bien y romper con la rutina de todo el año hacen que cometamos las más divertidas locuras, tanto solos como en pareja.El vídeo se ha convertido en un fenómeno viral en las redes sociales, pero no es el primero, antes una alcaldesa belga, Ilse Uytersprot, y su pareja ya habían sido grabados en el Castillo de Olite, Navarra, mientras expresaban su amor sin importar quién estuviera mirando. Y es que ante un apretón nadie está a salvo.