Felizmente, no se ha descubierto ningún vínculo entre el uso de cannabis y problemas psíquicos posteriores como la ansiedad o la depresión. Incluso el estudio permite sostener que a algunos de ellos los derivados del cáñamo les ayudaron a resistir o combatir esos trastornos.
Por otro lado, el estudio comprobó que los consumidores resultan más propensos a incurrir en adicciones: a las drogas, al tabaco o al alcohol. La incidencia de consumo abusivo de alguna de estas sustancias es considerablemente mayor en aquellos que eran usuarios de la marihuana que en el resto de participantes en la muestra: es tres veces mayor en relación al alcoholismo y dos veces más respecto al tabaquismo.
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