¿Recuerdas todas estas chucherías que comían los niños de los 80 y 90?
Caramelos de regaliz:
En
los 90 la principal incorporación fue la de los caramelos de goma de
regaliz.Especialmente populares fueron las tiras en colores rojo y
negro. El caramelo de regaliz u orozuz (a veces denominado simplemente
regaliz) es un dulce con una textura similar a la goma que se saboriza
con los extractos de las raíces de la planta del regaliz, así como
también aceites de anís.
Fue creado por un farmacéutico inglés en 1760 cuando añadió al
extracto diluido de la raíz de regaliz azúcar y otros ingredientes. Esto
supuso el nacimiento del regaliz como golosina. En un principio eran
solo negras, con el paso de los años se han ido creando de diferentes
tamaños, formas y colores.
Tico-Tico:
¿Recuerdas
el sabor intenso de un tico tico sandía? ¡¡Eso si que era sabor!!Más de
uno lo confundía con los palotes y se los terminó tragando. Si alguien
llegaba a clase comiendo un chicle Tico Tico aquello olía aún más que
una frutería. Creo que se les fue un poco de las manos el bote de
saborizantes, de lo contrario no entiendo como aquella sandía o plátano
sabían más a sandía o plátano que las propias frutas de verdad.
Por desgracia, su fabricante, Fiesta, nos comentó que por desgracia,
había dejado de fabricarlos hace poco tiempo. Quien sabe si algún día
volveremos a verles por alguna tienda y saborearlo de nuevo.
Loli pop:
Un
caramelo masticable con palo que no podía faltar en las bolsas de
chucherías que se repartían en las fiestas de cumpleaños. Con su
reconocido sabor de fresa, muchos niños dudaban si se trataba de un
chicle o un caramelo.
La idea de un dulce comestible pinchado en un palo es muy simple, y
es probable que el caramelo de este tipo se haya inventado y reinventado
en numerosas ocasiones. Los primeros productos de confitería que se
asemejan a lo que llamamos piruletas datan de la Edad Media, cuando la
nobleza solía comer azúcar cocido con la ayuda de palillos o mangos. La
palabra «lolly pop» se remonta a 1784, pero en un principio se refería a
caramelos blandos.
Kojak:
Malas
noticias para todos los EGBeros, nos acabamos de enterar de que uno de
los grandes fabricantes de chuches de este país: Fiesta, cierra sus
puertas. Ellos fueron quienes pusieron nombre a la piruleta, y a quienes
se les ocurrió comercializar un chupa chups con el nombre de Kojak,
aprovechando que Telly Savalas siempre aparecía comiendo uno en la
mítica serie de los setenta.
Los chupa chups rellenos de chicle eran uno de los caramelos
preferidos de todos los niños. Costaban algo más de que los caramelos
normales, unos cinco duros, pero merecía la pena. Los más populares eran
los de fresa, aunque también se comercializan los de cola.
Peta zeta:
¿Qué
me dices del fenómeno paranormal que sucedía en tu lengua cuando
tomabas Peta Zetas? Un caramelo con anhídrido carbónico que explotaba en
cuanto tocaba la lengua. La sensación de efervescencia causó verdadero
furor entre los niños. Un efecto que fue obra de un científico
norteamericano en 1956, pero que no llegó a España hasta 1975. Se
comercializó en varios sabores, pero el que ha perdurado en el tiempo ha
sido el de fresa.
Peta Zetas no sólo era para saborear, sino para reírse con los
amigos, abriendo la boca para ver quién conseguía la explosión más
ruidosa, o intentando hablar con la boca llena de Peta Zetas. Sin duda
fue el primer caramelo que incluía el factor juego y fomentaba la
relación social.
Cigarrillos de chocolate:
Si
el chocolate no fuera lo suficientemente atractivo ya para los niños
alguien tuvo la genial idea de darle forma de cigarrillos y venderlos en
paquetes que imitaban al tabaco de verdad. En la década de los noventa
no había niño que no tuviese su particular paquete de cigarros.
Aquí el único peligro para la salud era su alto contenido en azúcar
ademas el chocolate era bastante malo y costaba tanto quitarle el papel
que lo envolvía que muchas veces acababas comiéndotelo con él. Pero
seguro que tanto a ti como a mi nos daba igual que el chocolate fuera
bueno o malo, lo único que pensábamos es que teníamos un cigarrillo en
nuestras bocas y además en la tienda del barrio los tenían de todas las
marcas.
Sugus:
Es
uno de esos productos que han pasado a la historia con el nombre de la
marca que los comenzó a comercializar. Sugus es una marca de caramelo
masticable hecha por Wrigley, empresa suiza de chocolates Suchard, que
lo creó en 1931.
Se trata de unos caramelos masticables cuadrados, y son de 20 mm
(0,79 pulgadas) de longitud y anchura, y 7 mm (0,28 pulgadas) de
espesor, incluyendo el embalaje que llegaron desde Suiza. Hay varios
sabores, incluyendo limón, naranja, piña, frambuesa y cereza, indicados
por el color de los envases (amarillo, naranja, azul, rojo y rojo
brillante, respectivamente), que es característico de la dulce. El
nombre, aunque sólo una marca, se convirtió en el nombre de este
producto. Apareció en el mercado con otras marcas, con diferentes
nombres, pero todos se les da el nombre Sugus.
Anisitos:
Los
Anises o anisillos eran unas mini-bolitas de colores con sabor a anís
que venían en atractivos envases que después te servían para jugar:
biberones, botijos, niños, pistolas… El envase era lo de menos ya que al
final acababa destrozado de mosdisquearlo para conseguir que saliera la
última bolita de colores.
Para los que conseguían mantenerlo intacto y sacar todo su contenido,
la figura se convertía en una pieza más con la que poder jugar, por lo
que su éxito estuvo garantizado durante décadas ya que era golosina y
juguete a la vez. Mi recuerdo es que, prácticamente, te los bebías de la
botella y que si se te ocurría cogerlos con la mano te quedabas de
colores por que desteñían horrores.
Drácula:
Actualmente
ya no se encuentran los caramelos originales por ningún sitio. Ahora en
su lugar venden un sucedáneo llamado Draculín, adaptado a los nuevos
tiempos. Por supuesto con menos de la mitad de azúcar, 0% de materia
grasa y recomendado por el colegio de odontólogos de Trinidad y Tobago.
Si comías estos caramelos tendrías la lengua roja durante toda la
tarde. Era imposible engañar a las madres con los ‘Drácula’, pero con
muy poco dinero podías comprar una bolsa inmensa. Sus ingredientes
básicos eran básicamente azúcar ultra concentrado en cantidades
industriales, más o menos el equivalente a 25 cucharadas soperas por
caramelo y algún tipo de colorante rojo. Así de simple y así de
demoledor.
Palotes:
Hoy
en día siguen fabricándose en muchos sabores, pero el original era el
de fresa. Reconocible porque dejaba los dientes llenos de chuchería
pegajosa que podíamos chupar horas después, aunque el caramelo en si se
hubiera acabado hacía tiempo.Tenía la misma forma que los ‘Tico Tico’,
pero en este caso no era chicle sino caramelo masticable.
Fue una de nuestras primeras golosinas y es que los Palotes parecían
estar destinados a los más pequeños de la casa, supongo que porque era
caramelo masticable y blandito, aunque en más de una ocasión nos
encontramos con alguno más duro que una piedra. Mi gran sueño era
conseguir aquel castillo de Palotes que tanto anunciaban, ¿a alguien le
tocó?