sábado, 30 de enero de 2016

¿Recuerdas todas estas chucherías que comían los niños de los 80 y 90?


Caramelos de regaliz:


En los 90 la principal incorporación fue la de los caramelos de goma de regaliz.Especialmente populares fueron las tiras en colores rojo y negro. El caramelo de regaliz u orozuz (a veces denominado simplemente regaliz) es un dulce con una textura similar a la goma que se saboriza con los extractos de las raíces de la planta del regaliz, así como también aceites de anís.
Fue creado por un farmacéutico inglés en 1760 cuando añadió al extracto diluido de la raíz de regaliz azúcar y otros ingredientes. Esto supuso el nacimiento del regaliz como golosina. En un principio eran solo negras, con el paso de los años se han ido creando de diferentes tamaños, formas y colores.

Tico-Tico:


¿Recuerdas el sabor intenso de un tico tico sandía? ¡¡Eso si que era sabor!!Más de uno lo confundía con los palotes y se los terminó tragando. Si alguien llegaba a clase comiendo un chicle Tico Tico aquello olía aún más que una frutería. Creo que se les fue un poco de las manos el bote de saborizantes, de lo contrario no entiendo como aquella sandía o plátano sabían más a sandía o plátano que las propias frutas de verdad.
Por desgracia, su fabricante, Fiesta, nos comentó que por desgracia, había dejado de fabricarlos hace poco tiempo. Quien sabe si algún día volveremos a verles por alguna tienda y saborearlo de nuevo.

Loli pop:


Un caramelo masticable con palo que no podía faltar en las bolsas de chucherías que se repartían en las fiestas de cumpleaños. Con su reconocido sabor de fresa, muchos niños dudaban si se trataba de un chicle o un caramelo.
La idea de un dulce comestible pinchado en un palo es muy simple, y es probable que el caramelo de este tipo se haya inventado y reinventado en numerosas ocasiones. Los primeros productos de confitería que se asemejan a lo que llamamos piruletas datan de la Edad Media, cuando la nobleza solía comer azúcar cocido con la ayuda de palillos o mangos. La palabra «lolly pop» se remonta a 1784, pero en un principio se refería a caramelos blandos.

Kojak:


Malas noticias para todos los EGBeros, nos acabamos de enterar de que uno de los grandes fabricantes de chuches de este país: Fiesta, cierra sus puertas. Ellos fueron quienes pusieron nombre a la piruleta, y a quienes se les ocurrió comercializar un chupa chups con el nombre de Kojak, aprovechando que Telly Savalas siempre aparecía comiendo uno en la mítica serie de los setenta.
Los chupa chups rellenos de chicle eran uno de los caramelos preferidos de todos los niños. Costaban algo más de que los caramelos normales, unos cinco duros, pero merecía la pena. Los más populares eran los de fresa, aunque también se comercializan los de cola.

Peta zeta:


¿Qué me dices del fenómeno paranormal que sucedía en tu lengua cuando tomabas Peta Zetas? Un caramelo con anhídrido carbónico que explotaba en cuanto tocaba la lengua. La sensación de efervescencia causó verdadero furor entre los niños. Un efecto que fue obra de un científico norteamericano en 1956, pero que no llegó a España hasta 1975. Se comercializó en varios sabores, pero el que ha perdurado en el tiempo ha sido el de fresa.
Peta Zetas no sólo era para saborear, sino para reírse con los amigos, abriendo la boca para ver quién conseguía la explosión más ruidosa, o intentando hablar con la boca llena de Peta Zetas. Sin duda fue el primer caramelo que incluía el factor juego y fomentaba la relación social.

Cigarrillos de chocolate:


Si el chocolate no fuera lo suficientemente atractivo ya para los niños alguien tuvo la genial idea de darle forma de cigarrillos y venderlos en paquetes que imitaban al tabaco de verdad. En la década de los noventa no había niño que no tuviese su particular paquete de cigarros.
Aquí el único peligro para la salud era su alto contenido en azúcar ademas el chocolate era bastante malo y costaba tanto quitarle el papel que lo envolvía que muchas veces acababas comiéndotelo con él. Pero seguro que tanto a ti como a mi nos daba igual que el chocolate fuera bueno o malo, lo único que pensábamos es que teníamos un cigarrillo en nuestras bocas y además en la tienda del barrio los tenían de todas las marcas.

Sugus:


Es uno de esos productos que han pasado a la historia con el nombre de la marca que los comenzó a comercializar. Sugus es una marca de caramelo masticable hecha por Wrigley, empresa suiza de chocolates Suchard, que lo creó en 1931.
Se trata de unos caramelos masticables cuadrados, y son de 20 mm (0,79 pulgadas) de longitud y anchura, y 7 mm (0,28 pulgadas) de espesor, incluyendo el embalaje que llegaron desde Suiza. Hay varios sabores, incluyendo limón, naranja, piña, frambuesa y cereza, indicados por el color de los envases (amarillo, naranja, azul, rojo y rojo brillante, respectivamente), que es característico de la dulce. El nombre, aunque sólo una marca, se convirtió en el nombre de este producto. Apareció en el mercado con otras marcas, con diferentes nombres, pero todos se les da el nombre Sugus.

Anisitos:


Los Anises o anisillos eran unas mini-bolitas de colores con sabor a anís que venían en atractivos envases que después te servían para jugar: biberones, botijos, niños, pistolas… El envase era lo de menos ya que al final acababa destrozado de mosdisquearlo para conseguir que saliera la última bolita de colores.
Para los que conseguían mantenerlo intacto y sacar todo su contenido, la figura se convertía en una pieza más con la que poder jugar, por lo que su éxito estuvo garantizado durante décadas ya que era golosina y juguete a la vez. Mi recuerdo es que, prácticamente, te los bebías de la botella y que si se te ocurría cogerlos con la mano te quedabas de colores por que desteñían horrores.

Drácula:


Actualmente ya no se encuentran los caramelos originales por ningún sitio. Ahora en su lugar venden un sucedáneo llamado Draculín, adaptado a los nuevos tiempos. Por supuesto con menos de la mitad de azúcar, 0% de materia grasa y recomendado por el colegio de odontólogos de Trinidad y Tobago.
Si comías estos caramelos tendrías la lengua roja durante toda la tarde. Era imposible engañar a las madres con los ‘Drácula’, pero con muy poco dinero podías comprar una bolsa inmensa. Sus ingredientes básicos eran básicamente azúcar ultra concentrado en cantidades industriales, más o menos el equivalente a 25 cucharadas soperas por caramelo y algún tipo de colorante rojo. Así de simple y así de demoledor.

Palotes:


Hoy en día siguen fabricándose en muchos sabores, pero el original era el de fresa. Reconocible porque dejaba los dientes llenos de chuchería pegajosa que podíamos chupar horas después, aunque el caramelo en si se hubiera acabado hacía tiempo.Tenía la misma forma que los ‘Tico Tico’, pero en este caso no era chicle sino caramelo masticable.
Fue una de nuestras primeras golosinas y es que los Palotes parecían estar destinados a los más pequeños de la casa, supongo que porque era caramelo masticable y blandito, aunque en más de una ocasión nos encontramos con alguno más duro que una piedra. Mi gran sueño era conseguir aquel castillo de Palotes que tanto anunciaban, ¿a alguien le tocó?