En el anuncio, que fue publicado en la página oficial de Barbie en Facebook la semana pasada, las niñas adoptan por un rato el rol profesional que sueñan tener algún día, ante un público que no es consciente del juego. Los estudiantes universitarios murmuran frente a una niña que les imparte una conferencia sobre el cerebro, los jugadores de un equipo de fútbol masculino siguen las órdenes de una jovencísima entrenadora y una pequeña guía turística explica a los visitantes de un museo las curiosidades del Tyrannosaurus Rex. Al final de este vídeo de casi dos minutos, se hace latente que el público estaba únicamente en la imaginación de las niñas. En realidad, simplemente estaban interactuando con sus Barbies. El anuncio cierra con el eslogan: “En la mente de una niña que juega con Barbies, todo puede ocurrir”.
El vídeo se ha compartido más de 40.000 veces y tiene 66.500 “me gusta” en Facebook. Las reacciones son diversas. Algunas personas se identifican con ellas mismas cuando eran pequeñas y recuerdan a sus Barbies preferidas. “Fue en 1984 cuando la Barbie Día y Noche se convirtió en una verdadera fuente de inspiración para mí. Supe que algún día sería CEO de una empresa. De lo único que no me di cuenta es de que estaría vestida con ropa deportiva y no de traje”, escribió una usuaria bajo el hashtag #fitnessbusiness. Otra añadió: “Mis muñecas Barbie favoritas eran la deportista y la empresaria, cuya falda se daba vuelta para salir de fiesta después de trabajar. La única diferencia es que yo la convertía en profesora en lugar de ser una mujer de negocios. En mi infancia me encantaba jugar a ser maestra y hacer ejercicio después de la escuela”. Algunas seguidoras también aplauden el mensaje que transmite el anuncio. “Barbie debe ayudar a las niñas a visualizar sus sueños para que un día se conviertan en realidad… Así las niñas pueden soñar mientras son pequeñas y disfrutar de su infancia, en un momento de la historia en el que se las presiona demasiado para que crezcan rápido”.
Aunque otros no comulgan con el anuncio y cuestionan los irrealistas estándares corporales que promueven, así como el hecho de que centren su atención en temas sin interés intelectual. “Se trata de marketing inteligente para promover una imagen más poderosa de Barbie, pero Barbie representa la peor imagen posible para las chicas en lo que se refiere al cuerpo. Si Barbie estuviera hecha reflejando curvas naturales y una silueta saludable más realista, el anuncio sería perfecto”, dice otro usuario. Otro añade: “Buen intento Barbie, pero si algún padre o madre ha visto junto a sus hijas los vídeos que salen ahora en Netflix o Amazon Prime, habrá entendido rápidamente que Barbie solo se preocupa por la belleza, la moda, los chicos y la vanidad. Dejé que mi hijo de 5 años los viera y se quedó consternado y disgustado con la idea de que las niñas pequeñas miren ese tipo de cosas y además se les diga que eso está bien”.
Aurora Sherman, profesora adjunta de psicología en la Universidad estatal de Oregón, Estados Unidos, ha estudiado los efectos que tiene Barbie sobre las aspiraciones de las niñas y admite que el anuncio es inteligente. “Es divertido, colorido y muy atractivo. En Mattel hay muy buenos vendedores y creo que estos anuncios donde se ven niñas que desean cumplir su sueño profesional son una buena apuesta”, explica Sherman a Yahoo Parenting. “Pero al final del día, no deja de ser una empresa que vende muchísimas más princesas Disney que Barbies profesoras, entrenadoras o veterinarias. Si haces una búsqueda de las distintas Barbies disponibles en Amazon, tardarás un rato en encontrar una veterinaria o una científica, pero está repleto de princesas, animadoras o Barbies centradas en la moda”.
Según Sherman, esa carencia de Barbies profesionales solo hace que las niñas estén menos predispuestas a imaginarse a ellas mismas en esos roles. “Nada impide a una niña desvestir a su Barbie y ponerle un traje de doctora, pero si no ve la idea de una Barbie profesora o empresaria en el estante, no se le ocurrirá que puede jugar a eso”, explica. “Por lo que sabemos, jugar con Barbies no es el camino para alcanzar esas carreras profesionales”.
Emily Coyle, profesora visitante de la Universidad de Beloit, Estados Unidos, y psicóloga del desarrollo, dice que el último anuncio de Mattel le recuerda a un estudio que llevó a cabo sobre niñas y Barbies. “Intenté usar las muñecas Barbie para lograr que las chicas se interesaran por carreras concretas, incluidas las ciencias exactas y naturales, pero no funcionó”, explicó a Yahoo Parenting. “Nos dimos cuenta de que hay algo que atrae mucho de Barbie, algo muy femenino, incluso cuando se juega a hacer de Barbie una profesional. Lo que las niñas incorporan no es información sobre cómo ser astronauta o cualquier otro trabajo, sino información sobre cómo ser una Barbie”.
A pesar de eso, el anuncio presenta algunos aspectos interesantes, según Coyle. “Lo que me gusta del anuncio es que no muestra trabajos súper femeninos y sí muestra a las mujeres en posiciones de poder”, asegura. “Pero las buenas intenciones no necesariamente se traducen en buenas prácticas”.
Aún así, Sherman señala que Mattel no deja de ser una empresa de juguetes, por lo que el anuncio no necesariamente pretende cambiar la vida de las personas sino promover sus productos. “Al final del día, Matttel quiere vender muñecas Barbie”, dice. “Así que no creo que debamos darle demasiadas vueltas a cuál es la intención primera o última a la hora de vender más muñecas de plástico que, si fuesen reales, no tendrían menstruación ni podrían ponerse de pie”.
Rachel BertscheRedactora