sábado, 3 de septiembre de 2016

La aterradora carta que este chico de 11 años leyó en el funeral de su abuela dejó a toda la familia FLIPANDO

QSjpXrG 
 
Esta historia trata sobre un chico que escribió una carta para el funeral de su abuela… y que leyó frente a todo el mundo que estaba presente en la ceremonia. La clásica historia inspiradora que demuestra el amor de este chico por su abuela, ¿verdad? Al escuchar lo que relató el chico, se demuestra ese tópico de que los niños dicen la verdad. Desde luego, este niño no tiene miedo de revelar lo que piensa o siente… pero su familia se quedó acojonada.
La abuela de Marcos murió a una avanzada edad. Tenía alrededor de 92 años aunque todos los que la conocían pensaban que parecía mucho más joven. Además, amaba caminar y salir de paseo. Fue uno de los comentarios más repetidos durante la misma y el funeral; no estaban preparados para lo que leyó su nieto Marcos, un chico de 11 años.

Su larga carta les dejó a todos helados. Tanto que no han podido evitar compartirla en las redes sociales:


La abuela Marta siempre vivió en mi casa. La queríamos mucho. Sus historias de mi papá y mis tíos cuando eran jóvenes nos mantenían horas sentados en la mesa. Era divertida sobre todo cuando mi papá abría la botella de vino que guardaba en su armario. Me encantaba sobre todo esa del día en que mi papá y mi tío Juan llegaron con una iguana gigantesca que habían robado de una tienda de mascotas. Lo hicieron para salvar al pobre reptil que estaba sufriendo en una especie de acuario muy pequeño. La abuela les dijo que la devuelvan porque era muy fea y no iban a tener a ese “bicho feo” en la casa. Siempre repetía eso de “bicho feo”. No me gustaba. Tampoco me gustaba que nos diera golpes en la cabeza cuando no nos comíamos la comida ni que nos jalara las orejas cuando decíamos malas palabras. Incluso me dio mucha rabia cuando encerró en el baño a mi hermano pequeño porque se hizo pipí en los pantalones.
Lo tuvo como dos horas “para que no se le olvide donde queda el baño”. Tenía apenas tres años. Yo lo intenté liberar pero me descubrió y me mandó a mi cuarto castigado. Tampoco me gustó el día que le lanzó un plato de arroz en la ropa a Luisa, la niñera que iba los miércoles, porque “no le puso suficiente sal”. Y nunca me voy a olvidar el día que nos apagó la tele para el partido de la selección contra Brasil porque al otro día había colegio. Mi papá nos había dejado quedarnos hasta tarde pero ella dijo que era una barbaridad. Nos perdimos un partidazo. Toda mi clase lo vio y lo comentaron al día siguiente. Yo no pude. La quería mucho porque era mi abuela pero era una vieja muy pesada y eso no me gustaba. Perdón tata que seguramente ahora estarás muy enojado conmigo allá en el cielo pero creo que la abuela se va a ir al infierno. Era muy mala.
¿Cómo os quedáis?