Ochenta años después, se cumple el mandato de Justo Moure, que antes de morir pidió por escrito en una fotografía que se le hiciese “justicia“.
Ha sido precisamente su nieto, Xavier Pérez, quien ha cumplido con este último deseo de su abuelo, que siempre había reivindicado su inocencia y había pedido “que se le hiciera justicia” hace tanto tiempo.
Lo curioso es que desde que Xavier se puso manos a la obra, la causa ha ido creciendo y acumulando millares de casos de torturados en Galicia, desaparecidos y asesinados durante la dictadura, o la represión posterior y anterior.
Así relata el acta de ejecución el asesinato de Justo Moure junto a otros tres vecinos de A Cañiza, de donde sus padres emigraron a Catalunya en los 60:
“En Vigo, a dieciséis horas del día treinta y uno de octubre de mil novecientos treinta y seis (…). Fueron pasados por las armas en virtud de sentencia citada (…) los reos Jesús Eugenio Pérez Pérez, Justo Moure Giráldez, Tirso Gómez Freijido y Antonio Mojón Vázquez (…), quedando muertos a la primera descarga que se hizo.”
Xavier ha relatado la represión que vivió Galicia en esos años de guerra:
“Es una de las muchas historias que pasaron en Galicia, donde no hubo guerra sino una brutal represión. Mi madre siempre me la contaba aunque sus recuerdos tenían distorsiones; en el momento en el que accedimos a la documentación, a la causa y a más datos, tuvimos claro que había que hacer algo. (…) Era una foto de los hijos, de mi madre y de mis tíos; por detrás de ella, saca tiempo y ánimos para escribir que lo van a matar, que es inocente y para pedir que le hagan justicia. Es una especie de testamento sentimental.”Finalmente, Justo Moure fue fusilado a los 28 años de edad acusado de rebelión y de ser simpatizante socialista:
“Somos los nietos los que ni entendemos ni aceptamos que pueda haber un documento oficial que acuse a mi abuelo de rebelión cuando los rebelados y los que hicieron el golpe del Estado fueron otros. Son esas terceras generaciones las que más interés pueden tener por reivindicar y respetar la memoria histórica.”
Pero ahora parece que, muy poco a poco, están cambiando las cosas: “estoy contento, el juez estuvo muy colaborador y ha reparado en todos los detalles“, ha comentado Xavier, que afirma que “continúan añadiéndose casos a la querella y no sabemos cuándo se abrirá juicio oral ni cuándo habrá sentencia“.