… y es que las accidentales “censuras” consiguen que parezca que los nadadores profesionales son en realidad actores de una película para adultos.
En serio: cuando sale el banner con el nombre, y puntuación de cada nadador, parece una censura accidental, y nuestra mirada sucia hace el resto:
1. Hay que mantenerlo limpio.
2. Oh no, ¿dónde está? No lo veo….
3. Esto parece una escena sacada de 50 sombras de Grey.
4. Amigos para siempre.
5. Solo me queda decir dos palabras: brasileño + espalda =
6. Definitivamente está feliz.
7. Debo visitar Rusia… ¡PRONTO! 
8. El más inocente.
9. Una buena razón para sentirme orgullosa de Ucrania. 
10. ¿Qué es eso? 

Ojo, que por lo que hemos podido comprobar esto no ha ocurrido solamente en Río: en Londres 2012 también, e incluso hemos encontrado ejemplos más “explícitos“.