El afán de tener cada vez más amigos en las redes sociales puede tener nefastas consecuencias, y si no que se lo digan a esta joven pareja británica.
Becky Szench y Mark Higgins, una pareja del sur de Londres, estaban a punto de cumplir su sueño: mudarse a una casa más grande y con un gran jardín. Estaban tan felices que quisieron gritarlo a los cuatro vientos, y utilizaron las redes sociales para ello. Error.Y llegó el día de la mudanza. Becky y su marido se sorprendieron de la rapidez y eficacia de los trabajadores de la empresa de transporte que habían contratado. En una hora estaba la casa vacía y todo cargado en la furgoneta.
Y nunca más volvieron a saber de sus pertenencias. Un grupo de ladrones había leído en el Facebook de la pareja sus planes de mudarse, habían alquilado un camión y habían limpiado, literalmente, el piso de los jóvenes. Más de 12.000 euros en objetos que se esfumaron para siempre.
No se trata de volverse un paranoico, pero antes de agregar a desconocidos a tus redes sociales piensa que van a leer y ver todo lo que compartes de tu vida privada. Y el uso que pueden hacer de ello en un futuro.