Un miembro del Grupo Especial de Operaciones (GEO) fue detenido el pasado 8 de marzo y permanece investigado (la nueva denominación para el anterior «imputado») por dos posibles delitos de exhibicionismo, tras ser pillado in fraganti masturbándose a la puerta de un colegio de la zona norte de Madrid.
El agente, sospechoso entonces de haber protagonizado otro acto similar anteriormente denunciado, fue detenido por compañeros de la Policía Nacional al inicio de uno de los primeros seguimientos que se le realizaban.
Al igual que se denunció en la primera ocasión, se situó a la puerta de un centro educativo y comenzó a masturbarse, según confirmaron a este diario fuentes judiciales.
A su detención se le leyeron sus derechos y pasó a disposición judicial, previo paso por los calabozos de la comisaría de Tetuán, el 9 de marzo. Se encarga del caso el juzgado de guardia en ese momento, el 1 de Instrucción de Plaza de Castilla.
Los encargados de la investigación sobre el geo fueron agentes de la Brigada Provincial de Policía Judicial especializados en delitos sexuales, según fuentes judiciales.
Al policía detenido se le realizó en ese momento una rueda de reconocimiento por parte de las dos víctimas, ambas niñas menores de edad, y se le dejó en libertad,fijándose para el próximo mes de mayo las declaraciones testificales tanto de las víctimas como de los policías que participaron en el seguimiento y en la posterior detención.
Según fuentes policiales, el geo, con varios años de pertenencia a este cuerpo de élite de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad españolas, había estado en diferentes destinos antes de regresar al destino habitual de este cuerpo, en la base que está situada en las afueras de Guadalajara.
El agente, siempre según estas fuentes, habría vuelto a este destino a principios de año, poco antes de los hechos por los que fue detenido el pasado 8 de marzo.
Fuentes cercanas al caso explicaron que el presunto delito cometido por este agente podría ser consecuencia del estrés extremo y desorden psicológico al que a veces están sometidos estos policías de élite, habitualmente implicados en situaciones de alto riesgo. Por otra parte, se trata de un hombre relativamente joven que por otro lado tiene una situación familiar estable.
El presunto delito cometido por el policía de momento se ha calificado como exhibicionismo, aunque podría ser modificado después de la instrucción del caso, y especialmente si al final las víctimas deciden personarse como acusaciones particulares.
Por protección de datos relativos a las víctimas menores, las fuentes consultadas por este periódico aconsejaron mantener en el anonimato el nombre del colegio y su ubicación exacta.
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