Esto es lo que hizo un joven británico hace unos días. Mientras disfrutaba de su merecido menú XL, unos ladrones interrumpieron su cena para cometer un robo en el establecimiento de comida rápida. El joven siguió a lo suyo, y cuando los cacos se acercaron a él, les dio su dinero y continuó comiendo tranquilamente.
Cuando ya se habían marchado, los otros clientes se mostraron agobiados por lo que acababa de suceder, pero nuestro héroe siguió engullendo como si tal cosa.
Y no podía ser de otra manera, el vídeo de las cámaras de seguridad de la hamburguesería se ha hecho viral en las redes sociales.