“Hubo un hotel de lujo, limusina, muchos vestidos, joyas… Le dijimos que se quedara con algunas piezas si iba a los Oscar. Sólo de la sesión me debe 3.000 euros”, ha declarado al periodista Antonio Dieguez el fotógrafo Jürgen Hammerschmid, quien aunque teme que no la encontrará dice haber contratado a un detective privado. Las últimas informaciones la situaban en Italia pero nadie sabe nada y se duda que incluso se llame Anna.
Aquí puedes recordar algunos de sus montajes: