El trágico destino de algunos concursantes de Gran Hermano
Se dice que hay una maldición para los concursantes de Gran Hermano.
Empezó con Ismael Beiro, ganador de la primera edición, y fue
continuando por diversos concursantes en forma de accidentes, tumores y
muy mala suerte.
¿Cuál fue el trágico destino de estos concursantes? Aquí te lo contamos.
Gustavo Hernández Gustavo,
de la cuarta edición del Gran Hermano, fue el que tuvo el destino más
trágico de todos. Ocurrió en 2006, cuando Gustavo, en compañía de una
amiga suya llamada Mónica, se bajaron del tren Estrella, que iba de
Santander a Madrid, y en vez de pasar por los subterráneos, decidieron
cruzar por las vías.
Destino o desatino: el tren que hacía el recorrido Hendaya-Lisboa,
les arrolló sin que se pudiera hacer nada, y ambos fallecieron en el
acto. Gustavo ya era famoso en sus círculos, antes de entrar a Gran
Hermano, por ser boxeador, aunque la fama le llegaría con el reality.
Ismael Beiro El
primer ganador del concurso también tuvo su racha de mala suerte. Poco
después de salir de la casa, tuvo un accidente con su moto, y fue algo
bastante grave, pues su vida corrió peligro. Aún así, después de un
tiempo, logró recuperarse, casi sin ninguna secuela del accidente, que
tuvo lugar en Madrid.
Después de eso, volvió a su vida normal, y retomó sus apariciones en
televisiones autonómicas, y cubriendo todo de un buen rollo y de gran
alegría. Es uno de los grandes hermanos más queridos, por ser el primer
ganador, y por ser de una edición que tuvo su dosis de optimismo.
Gerardo Gerardo
fue uno de los más polémicos concursantes que trajo Gran Hermano 11. Su
mala fama hizo que cayera mal a medio Madrid, hasta tal punto de
recibir una paliza por parte de cinco desconocidos, en Las Rozas. No
sufrió daños demasiado graves, pero el susto no fue pequeño.
No se trató, como en el caso de Nicky o Amor, de un asalto en una
discoteca, y ni siquiera fue por un atraco, porque no dieron motivo
alguno. De hecho, fue en plena vía, no en un lugar apartado, y a las
siete de la mañana, lo que es un caso bastante extraño.
Iván Armesto Iván
también participó en el primer concurso de Gran Hermano, y siempre
desprendía un buen rollo y cierto optimismo, y por eso quedó como
tercero en el concurso. Pero eso no lo libró de los accidentes de la
mala suerte que conllevan la maldición de Gran Hermano, pues al año
siguiente de acabar el concurso, se cayó por un barranco.
Pudo haber sido grave, pero la providencia estaba de su lado, pues
terminó solo en dos vértebras lesionadas.La caída, si se hubiera dado en
unas condiciones diferentes, podría haber resultado fatal, y haber
perdido la vida. Afortunadamente, no fue así.
Kiko Hernández A
Kiko lo conocemos, porque después de la casa, llegó a ser un gran
colaborador en todos esos programas de berridos que dicen que son de
prensa rosa. Pero de cualquier modo, la maldición también le alcanzó a
él, y tomó una de las formas más extrañas que hemos visto.
En un viaje a Nicaragua, contrajo el dengue, por lo que tuvo fiebre
muy alta y su vida llegó a correr peligro. Para más inri, después de
recuperarse de esto, le diagnosticaron un cáncer de páncreas, y por
suerte, también se recuperó, volviendo a la tele en poco tiempo.
Ana Toro La
historia de Ana Toro es una de las más tristes, que hacen que nos demos
cuenta que aunque seas un participante de un concurso, no te hace
diferente al resto. Cuando salió del programa, en su décima edición,
estaba totalmente arruinada. Y como las desgracias nunca vienen solas,
también se añadieron muchos más desastres: fue operada de un tumor, a la
par que su pareja se fue para no volver. Terminó viviendo en una casa
de acogida, sin trabajo y sin medios para mantenerse.
Es una historia triste, que nos hace reflexionar: los quince minutos
de fama los tienes. Pero ¿y después qué?Por supuesto, no tienen que
vivir del bote, pero esa situación, se ha visto en otras personas de
distinta posición social, que acaban siendo más pobres que la una.
Nicky Villanueva Conocimos
a Nicky en Gran Hermano 6, y se caracterizaba por ser un chulo y un
broncas. Aún así, por muy chulo que fuera, no es para cobrárselo a
golpes, pues es lo que ocurrió. A la salida de una discoteca en Gijón,
recibió una tremenda paliza. Esta paliza incluyó golpes en toda la
cabeza, y con una fuerza considerable. El resultado: se quedó ciego de
un ojo.
Se recuperó de las lesiones, pero no recuperó la vista en ese ojo.
Además, esto se supo poco después que la agresión de Amor, por lo que
fue un mes bastante trágico para Gran Hermano y sus concursantes.
Dámaso El
caso de Dámaso fue de los más recientes. Dámaso Angulo, concursante de
Gran Hermano 12, comunicaba a través de su cuenta de Twitter su vida
diaria. Un día, posteó un mensaje que estaba relacionado con su estado
de salud: “Gracias a todos los que me preguntáis por la herida de mi
nariz, es un pequeño tumorcito que están analizando, todo irá bien
porque se cura”.
Las redes sociales se volcaron con él, pues fue un concursante
bastante cercano y querido. Días después de ese mensaje, publicó otro:
“Dios mío, danos fuerzas y dame salud, es un tumor malo”. Por suerte,
salud tuvo, y ya se ha recuperado de ello.
Amor Romeira Amor
es conocida por ser la primera concursante transexual, y eso generó
mucha polémica. No duró demasiado en la casa en la novena edición, pero
su rostro fue conocido en todo el país. Aún así, tuvo que pagar las
consecuencias de ser diferente, y por eso, recibió un navajazo en la
puerta de una discoteca.
Si no fuera por la faja que llevaba, que amortiguó de alguna manera
el golpe, el destino podría haber sido mucho peor. Pero no solo ella
recibió esa brutal agresión, sino que también su familia está sufriendo.
De hecho, su hermano, que se encontraba en la cárcel, también recibió
una paliza, simplemente por ser su hermano.
Podría haber sido peor, pero este tipo de agresiones, solo por salir
en la televisión, siendo algo “no habitual”, son incomprensibles.
Noemí y Raquel Salieron
de la casa siendo pareja, en la tercera edición de Gran Hermano, y
parecía que todo iba viento en popa. Pero el destino les tenía guardado
algo malo, y no se puede evitar. Sufrieron un accidente de tráfico, y la
peor parada fue Raquel. El coche salió de la carretera, y dio un par de
vueltas de campana, destrozando la vida de estas dos concursantes.
Raquel tuvo que pasar por un suplicio en más de una docena de
operaciones, y las secuelas aún son visibles en su rostro, a pesar de
haber transcurrido más de una década. La culpa no fue de ellas, sino del
otro conductor, que conducía de forma temeraria, y realizó una maniobra
indebida, causando este fatal accidente.
Vía http://www.ocio.net/