jueves, 4 de febrero de 2016

Encontró un KitKat sin oblea, y reaccionó pidiendo a Nestlé lo que todos habríamos pedido

Comprar golosinas puede ser algo muy serio. Y si las cosas no están perfectas, pueden echar al traste la satisfacción que normalmente supone comerte una. Eso le pasó a Saima Ahmad, una estudiante del Kings College en Londres, que tuvo un momento de decepción mayúscula cuando compró un KitKat y descubrió que el chocolate no tenía la esperada oblea. Que, de haberlo sabido, hubiera comprado cualquier cosa excepto un KitKat.
Ahmad no iba a aceptar una injusticia así, y ha escrito a Nestlé sobre tu tragedia. Por lo visto, Ahmed ha citado un precedente legal de alrededor de 1930 en su caso contra la compañía. Y es que Ahmad le ha pedido a Nestlé la recompensa definitiva: suministro de KitKats de por vida.
Hay una cuestión específica que tienen que cumplir y es la consistencia en su proceso de fabricación. Un fallo a la hora de fabricar sus productos resulta en un producto defectuoso. Como resultado, siento que me han engañado para darles mi dinero para comprar un producto que es claramente diferente del anunciado por Nestlé. La pérdida que he sufrido es de carácter económico y emocional. Me gustaría la devolución del dinero del pack de KitKat que he comprado. Además, he perdido mi fe en Nestle. Claramente, si quisiera haber comprado una golosina que fuera solamente de chocolate, hubiera comprado una barra de Galaxy. Por lo tanto quiero pedir un suministro de KitKat de por vida, de forma que pueda servir de control de calidad —por lo que parece me necesitáis más de lo que yo os necesito.
Claro, porque para eso quieres un cargamento de por vida de chocolate. Para hacer de control de calidad.
Ahmad además ha dicho que no es la primera en sufrir este problema. “He investigado este problema y no es la primera vez, ha ocurrido varias veces“.
Por el momento, Nestlé no ha contestado a la carta, pero es difícil no estar de acuerdo con la lógica de Ahmad: si no es crujiente, no es KitKat.