Gustavo
acudió a Cámbiame con una intención bien clara: dejar de ser un
“casposo”.Según él, estaba aburrido de su look tan ‘abuelil’ y serio
teniendo apenas 24 años. Así que, el joven se puso en manos de Pelayo
Díaz para dar un tremendo giro radical a su aspecto. Para mucha gente
este chico dio un giro para mal, yo, personalmente, apoyo esa opinión.
Como
puedes comprobar, Gustavo llegó al programa con un look de lo más
tradicional, pero se fue de allí siendo el protagonista de una de las
mayores ‘pelayadas’ desde que comenzase ‘Cámbiame’. Este caso dio mucho
de que hablar, y también se convirtió en trending topic. Para su cambio
Pelayo prefirió un estilismo un poco más arriesgado y Gustavo terminó
realmente encantado.
Rocío:
Rocío
acudió al programa Cámbiame intentando convencer a los estilistas de
que ya había entrado la década de los 40 y aun estaba soltera. Una vez
que estaba dentro del programa, explicó que estaba pasando una dura
etapa ya que cuando ella se quedó en paro, a su padre le diagnosticaron
cáncer.
Pelayo ha sido el encargado de transformar a la jerezana, y
según sus otras dos compañeras, éste ha sido su mejor cambio. Rocío
lucía una sonrisa nueva y un vestuario nuevo, a lo que estaba muy poco
acostumbrada, ya que nunca solía comprarse ropa. Desde luego que el
cambio ha sido brutal. Una vez más, el más conocido como Principe Pelayo
nos demostró lo que era capaz de hacer.
Vero:
Esta
joven de 23 años llamada Vero llegó al plato sin ningunda duda y le
formuló a los estilistas la gran pregunta de cómo dejar de ser choni. Y,
sin lugar a duda, esta transformación se convirtió en una de las que
han dejado más orgullosos a los respondables del programa de Cámbiame y
más sorprendidos a la gente.
Tal fue su transformación que cuando
se miró al espejo ni si quiera se reconoció a ella misma. Y es que
cuando dejó el deporte se descuidó un poco, y ya estaba cansada de su
estilo así que se puso en manos de Natalia Ferviú para cambiar por
completo. Dejó atrás su ropa descuidada y su aspecto desaliñado. Tras su
transformación lucía mucho más sofisticada.
Rosi:
“Quiero
cambiar mi imagen porque todo el mundo me dice que soy muy choni”. Con
esta frase se presentaba la joven Rosi al programa de Cámbiame. Cuando
entró por la puerta del cambio podíamos ver la imagen de una auténtica
choni definida por sus preciadas extensiones, sus mallas, sus estampados
de leopardo, y del resto de complementos.
Logró pasar la pasarela
y fue Pelayo quien se encargó de realizarle la ansiada transformación.
Aunque Díaz reconoció que tuvo “muchas dificultades a la hora de
trabajar con ella”, salta a la vista que la suya ha sido una de las
transformaciones más espectaculares del programa.
Mireia:
“Estoy
harta de que me llamen marimacho”, fue la frase principal de la joven
cuando llegó al plató de ‘Cámbiame’. Esta chica se llama Mireia y es una
gran amante del rock y el heavy metal. Antes de su paso por el programa
solía vestir con camisetas y pantalones muy anchos, y jamás se separaba
de sus zapatillas. Incluso sus amigas la criticaban por su manera de
vestir, así que decidió ir al programa para no volver a sentirse “como
un chico nunca más”.
Este cambio fue muy llamativo, quizá el que
más en la historia del programa. Y esto se debe a que el gran Pelayo
tuvo la dificil tarea de cambiar su look, su apariencia, pero todo ello
sin cambiar su personalidad en la vestimenta. Prueba de ello la puedes
ver en la chaqueta de cuero al más puro estilo del heavy metal.
Meritxell:
Con
estas pintas se presentaba la que ha sido catalogada, según las redes
sociales, como una de las transformaciones más radicales que ha pasado
por el famoso reality de Telecinco. Su cambio ha dado mucho de que
hablar en twitter, tanto que se llegó a convertir en trending topic en
nuestro país. Meritxell se presentó al programa para dejar a un lado su
pasado y centrarse en ella y en su familia, con quien tenía algún que
otro desencuentro.
La joven acudía al programa con la
intención de volver a ser la chica de antes, y con la ayuda de Natalia
Ferviú lo consiguió. Las mechas californianas y un estilo de lo más
tradicional han sido suficientes para que Meritxell pareciese una
auténtica niña ‘pija’, y dejar atrás sus piercing y cortes de pelo que
no le favorecían en absoluto.
Luis Alberto:
Este
chico, también de 23 años y llamado Luis Alberto, decidió ingresar al
programa porque estaba ya cansado de su aspecto de dejado, cansado de ir
siempre en chándal y quería despedirse de su aspecto descuidado
atribuyéndose un look más elegante y arreglado. Y tras pasas por la
pasarela, gracias a su historia que logró emocionar a los estilistas,
consiguió ponerse en manos de Natalia Ferviú.
Luis Alberto llegó a
confesar que era su bisabuela la que le compraba la ropa porque él no
era capaz. Pero, tras ponerse en manos de Natalia Ferviú, logró lucir
mucho más atractivo y juvenil, principalmente gracias a su nuevo corte
de pelo. Quedó tan satisfecho que el joven no duda en presumir de su
nuevo aspecto en las redes sociales.
Marta:
Sin
duda la transformación de Marta fue una de las más emocionantes que se
han vivido en el plató de Cámbiame. Marta es una chica de 35 años que
padece Síndrome de Down. Resultó que su chico le fue infiel, y es por
eso que buscaba un giro radical a su aspecto y a su vida en general.
Marta
decía que quería encontrar a un novio guapo, y para ello se puso en
manos de Natalia Ferviú, que tras emocionarse con su caso, no dudó en
poner su granito de arena para conseguirlo. Tras verse completamente
transformada, con un look mucho más cuidado y femenino que el que tenía
al llegar, Marta aseguró que gracias a Cámbiame había logrado el giro
que buscaba en su vida.
Rosaura:
Seguro
que si eres fiel seguidor del programa esta será una de las
transformaciones que más te ha llamado la atención. Su historia nos
conmovió a todos, Rosaurallevaba soñando desde pequeña en ser una
auténtica mujer, y parece que el programa ‘Cámbiame’ cumplió su sueño.
Tras su paso de unos segundos por la pasarela, Cristina Rodríguez fue la
encargada de dar un nuevo aspecto al cuerpo y físico de Rosaura.
En
su transformación se le proporcionó un tratamiento capilar, y además se
le puso relleno en cadenas y trasero para adoptar así las curvas de una
mujer. Seguro que la sensación de vivir en un cuerpo que no le
pertenecía ha desaparecido de su vida.