Esta historia demuestra que hay celebridades del mundo del cine que,
por encima de todo, son grandes personas que no permiten que la fama les
cambie.
Algo que, desgraciadamente, no es todo lo común que debería en Hollywood.
Mimi Haist, es una mujer de 87 años que con 50 se quedó en la calle.
Encontró refugio en una lavandería local, en Santa Mónica, donde la gente le daba pequeñas propinas por ayudarles con la colada.
En 1994
Zach Galifianakis no era todavía famoso, sino que era uno más de los miles de actores que intentan salir adelante en Hollywood.
Mimi vivía en la lavandería y en ocasiones ayudaba a chicos jóvenes, aspirantes a actores como
Zach, con su colada.
Él quedó fascinado con el espíritu de superación de esta maravillosa mujer y rápidamente se hicieron buenos amigos.
Cuando
Zach comenzó a tener trabajos más importantes dentro del mundo del espectáculo, dejó de ir a esa lavandería, y
Mimi estaba convencida de que se habría olvidado de ella. Pero para nada…
Cuando en 2011
Mimi estaba siendo desalojada de la lavandería,
Zach intervino y ayudó a su amiga para que no quedara nuevamente desamparada. Le compró un apartamento, del que se hace cargo de todos los gastos, e incluso se ha sabido que
Renée Zellweger, muy amiga de
Zach, ayudó a instalar los nuevos muebles del departamento de
Mimi.
Esto no queda ahí.
A Zach Galifianakis se le ha visto en
repetidas ocasiones caminar con una anciana en brazo por distintas
alfombras rojas de varias premiers: esa anciana es Mimi Haist.
Ésta es una gran historia de
alguien que no olvida el lugar del que viene y a las personas que lo ayudaron en el proceso: la diferencia entre una estrella y un verdadero caballero.
Me visto bien y una amiga me ayuda con el maquillaje.
Es divertido, algo que jamás soñé hacer. La limusina me lleva a casa
después.
